viernes, 17 de junio de 2011

Albinos son asesinados en Tanzania

El albinismo es una condición genética en la que hay una ausencia congénita de pigmentación de ojos, piel y pelo en los seres humanos y animales, pero aunque parece muy fácil, ser albino te puede causar la muerte.

Este es el caso de Tanzania, donde en los últimos meses docenas de ellos han sido asesinados y partes de sus cuerpos acaban en un macabro contrabando alimentado por el fetichismo y la superstición.

Al parecer en Tanzania tienen una costumbre muy popular y es la de asesinar a las ancianas que hagan brujerías o el contrabando de piel humana. Los albinos son repudiados de sus comunidades y de sus familiares por el simple hecho de ser distinto a los demás, pero lo que no saben es que lo único que buscan sus asesinos son partes de sus cuerpos; como los dedos, órganos sexuales, lenguas y pelo, sostiene el jefe de la Policía, Said Mwena.

El asesinato de albinos es un crimen asociado a la minería, una actividad clave en Tanzania, donde hay importantes yacimientos de diamantes, esmeraldas, rubíes y zafiros. También es el tercer productor continental de oro, después de Sudáfrica y Ghana. Se piensa que los centros mineros son el mercado habitual para este contrabando de órganos de albinos, y las autoridades creen que los mineros de pequeña escala son los principales compradores.
La historia del patito feo se vuelve a repetir  y en esta oportunidad es aplicada  los hombres. La repudiación del niño negro albino es similar a la que hubiera sufrido Copito. Pese a lo superior de nuestros respectivos cerebros, los primates han sabido realizar comportamientos semejantes a los del resto de animales; estrategias evolutivas que, una vez más, nos presenta a la Naturaleza como una diosa, muchas veces más malvada que bondadosa.
El presidente de la Asociación de Albinos de Tanzania, Ernest Kimanya, ha pedido dos cosas al Gobierno: parar los brutales asesinatos y elaborar un censo de estas personas. “Somos vulnerables y en extremo carentes de seguridad”, dice Kimanya.
La zona donde se han descubierto los últimos casos, en las poblaciones ribereñas del lago Victoria, también es testigo de una larga matanza que se desarrolla desde hace varias décadas y que tiene otras víctimas: ancianas que son sospechosas de brujería.

Por: Vanessa Guacarán.

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