Los vibradores acababan con la histeria

¿Alguna vez imaginaste que el vibrador fue creado para curar enfermedades? Pues, según cuenta la historia, su origen es muy diferente a como lo usan ahora.

En el año 1870 las mujeres sufrían una enfermedad que se le conocía como  “histeria”. En la medicina medieval se creía que la causa de este mal era la abstinencia sexual.

Los médicos de aquel entonces recomendaban varios remedios: mantener sexo si estaba casada, casarse si era soltera o masajes de una comadrona como última opción.

Cuando las mujeres recurrían a una comadrona, la misma se encargaba de masajear con los dedos los genitales de la mujer hasta que llegara al orgasmo para que aliviara su “histeria”. Lo curioso es que siempre iban acompañadas por sus madres o maridos, quienes se sentaban a esperar que las masturbaran.

Así nació el vibrador. Como un aparato para masajear a mujeres solteras, viudas y monjas y de esta manera aliviar sus males. A principios de los años 50, se declaró que la histeria no era una enfermedad, por lo cual fue considerado como un instrumento de placer.

Lo que antes era visto como un simple objeto médico hoy en día muchas  parejas lo hacen parte de su relación. Se pueden encontrar en el mercado una amplia gama de texturas, colores, sabores y formas.

Los vibradores más vendidos en tiendas son los conocidos sin testículos y los con testículos. Según la vendedora de Condonmanía en Puerto La Cruz, Jaceivys Cabeza, este tipo de juguetes se adapta a la vagina de las mujeres, algunos de ellos tienden a colocarse fríos o calientes dependiendo el estado de placer que tenga la mujer.

Según Jaceivys, entre los más solicitados se encuentran los que son de material de piel suave y el conocido Jelly, hecho de un material más duro.  Los hay de varios colores como: verde, amarillo, anaranjado y fucsia.

Lo que era considerado un objeto médico, hoy es un aparato para dar placer y sigue siendo considerado un tabú por la sociedad. Y tú, ¿aún quieres fingir histeria?

Por: Maryelys Bermúdez.