Un grupo de recién graduados de bachillerato planearon un súper viaje. Decidieron alquilar una cabaña para su mayor comodidad.
Los chicos se fueron a celebrar unos de los primeros logros de su vida a Choroní. Todo marchaba bien, caminaron por la orilla de la playa con sus novias disfrutando de la Luna.
Pero como todo adolescente, empezaron a tomar e hicieron un brindis. Luego se sentaron frente a la orilla de la playa a expresar, entre trago y trago, sus metas propuestas. En una de esas escucharon a lo lejos “Carlossss” y ellos se miraron pero nadie comentó nada.
Después, volvieron a escuchar “Carlooosss” y muy asustada su novia le dijo: “mi amor vámonos me da miedo”. Él, para no contradecirla, junto con el grupo, se fue a dormir.
Al llegar a la posada cada quien se fue a sus habitaciones, la novia de Carlos se bañó y quedó rendida como Blanca Nieves. Al él salir del baño sientió que lo estaban mirando pero no le puso mucha atención y se acostó.
A las 3 de la madrugada Carlos se levantó, al mirar vio sentada en la litera de bamboo a una señora cabello blanco y bata blanca. Muy asustado se escondió debajo de las cobijas y no paró de rezar.
Por: Vanessa Guacarán.
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