Cuando le prometes algo a un niño lo ideal es cumplirlo. O debería ser así. Lo cierto es que una madre decidió darle una sorpresa a su pequeño comprando las entradas para ver la presentación de un circo.
Era víspera de navidad e Irina Golovina, madre del chico, vio el anuncio en uno de los periódicos: el circo de Almatý, de Kazajistán, presentaría a un tigre y un león en su show.
Sorprendida con la llegada del circo, decidió contarle a su hijo que le tenía su regalo de navidad y que le iba a gustar muchísimo.
Al llegar a la función ya el niño, según cuenta su madre, estaba tan emocionado que ni comprar palomitas ni refresco quería, sólo para ser uno de los primeros en entrar.
Terminó la función y los felinos nunca aparecieron. La tristeza del niño de apenas cuatro años no se hizo esperar. Irina cuenta que su niño salió decepcionado y pensó que ella lo había engañado.
La cosa no quedó ahí, pues esta mujer exigía el coste de la entrada -unos 20 dólares- y una recompensa de 6.000 dólares por el daño moral que había sufrido su hijo.
Un tribunal sentenció al circo por haber violado el derecho del consumidor en los espectáculos que presentó entre el 19 de diciembre de 2010 y el 9 de enero de 2011. Finalmente pagarán a los demandantes 200 dólares.
¿Qué tal? No se salieron con la suya al ilusionar al pobre chico con un espectáculo que nunca mostró a los felinos. La madre consiguió la indemnización. Moraleja: no juegues con los sentimientos de un niño y menos si tiene una madre como ésta.
Por: Maryelys Bermúdez.
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