En esta época, llegar virgen al matrimonio es algo extraño, pues la mayoría de las parejas consuman su amor primero y después formalizar su unión. La señora Martine Langley era feliz de la puerta de su casa hacia afuera. Su esposo Chris – sofisticado de 24 años, divorciado con dos hijos adultos y muy exitoso hombre de negocios, pero siempre la esquivaba para no tener ningún tipo de contacto sexual con ella.
Aunado a esto, la mujer siempre buscó la forma de seducir a su pareja, sin embargo, la pasión marital no lo ayudaba mucho, siempre fallaba. “El consentido de la casa no funcionaba”. Pasó el tiempo y 16 años después Martine se cansó de esperar que el juguetico trabajara.
“Desplegaba una serie de excusas para evitar el contacto físico. Una noche tenía demasiado calor, la siguiente demasiado frío. Si no, era la televisión. Yo siempre me pregunté por qué no quería tener relaciones sexuales. Supuse que había algo malo en mí. Y él me juró que no me estaba siendo infiel”, dijo Martine.
“Lo intenté todo – técnicas de seducción, ropa interior provocativa, masajes – pero nada funcionó. Su rechazo me hizo sentir barata, sucia y humillada”, comentó. Él era inteligente, pero cuando Marta lo desafiaba al respecto respondía: “No es el no tener sexo el problema. Es tu reacción al respecto”, dijo la exasperada esposa.
Es asombroso que la frecuencia de relaciones sexuales disminuya en los matrimonios longevos (duraderos, con el pasar de los años). Lo que es sorprendente, sin embargo, es el número relativamente elevado de matrimonios en los que el sexo no cuenta en absoluto. Pero en Venezuela los matrimonios dónde el sexo no vale son frecuentes es cuando llegan a los 60 y 70 años. Porque la mayoría de los matrimonios los consolida el respeto, las relaciones sexuales y el amor para toda la vida.
Por: Olga Salón.
@Marola87
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