En cada pueblito de Venezuela siempre ha existido una historia. Algún hecho curioso relacionado con apariciones de espíritus. Leyendas que siempre cuentan para asustar a la gente.
Y es que ¿a quién no le gustaba que su abuelo o algún familiar le dijera que hace años existió un personaje llamado el Silbón o La Llorona? Al parecer hace algún tiempo cuando no había tecnología ni nada que divirtiera como hoy en día, a la gente sólo se le escuchaba hablar de estas cosas.
La Llorona fue, según relatos, una mujer muy hermosa pero maltratada por su esposo, según la página www.hallowen.com. Era una señora joven que vivía junto a sus tres hijos, pero una noche lluviosa de invierno ocurrió algo terrible. Llegó el padre de los niños, quien los había abandonado hace algún tiempo.
Cuenta la historia que aquel hombre en medio de su borrachera le dio una paliza brutal a la mujer dejándola inconsciente y cuando despertó, buscó a sus hijos por todos los rincones de la casa pero ni los niños ni su marido se hallaban por ninguna parte. Desesperada, corrió bajo la tormenta llorando y gritando sus nombres.
Unos años después de aquella noche la mujer murió de tristeza, desde entonces se dice que su espíritu no descansa en paz y en las noches se le oye llorar y llamar a sus hijos con el famoso y escalofriante grito: “mis hijos, ¿dónde están mis hijos?”.
Al parecer esta historia dejó de escucharse sólo en pueblos llegando hasta Puerto La cruz, específicamente en el sector de Pozuelos, donde supuestamente Milagros Jiménez, habitante de la calle La Milagrosa en este populoso sector, llegaba a su casa, el sábado 14 de mayo de este año en horas de la madrugada cuando se percató que una mujer estaba sentada en la acera de esa calle donde la dejó el taxi. Cuando se fijó para ver si era conocida sólo la vio vestida con un “camizón” blanco, según cuenta.
La mujer lloraba cada vez más fuerte, Milagros apresuraba el paso para llegar a su casa. Y todavía se escuchaba más de cerca el llanto de aquella mujer. Con valentía decidió voltear, pero la mujer había desaparecido del lugar.
Como la historia de Jiménez, existen muchas más. Que según cuentan las personas mayores, se hacen cada vez más comunes en este mes de mayo, por tratarse del mes de las madres.
Por: Maryelys Bermúdez.
q miedo
ResponderEliminarmuy buena historia e oido istorias pero como esta ninguna
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