La Epidermolisis Bullosa tiene diferentes grados, en algunos casos ésta se limita a zonas delimitadas, mientras que en otras afecta íntegramente al cuerpo. Los síntomas son más visibles en la piel, pero determinados tipos de la E.B pueden causa ampollas en boca, garganta, ojos, esófago, intestino, como así también en vías respiratorias y urinarias.
No se trata de una enfermedad contagiosa porque tiene causas genéticas, lamentablemente no tiene cura y el niño vivirá toda su vida con ella; la única ventaja es que no empeora, en caso de tener una E.B leve, ésta no se agravará con el tiempo.
Actualmente investigaciones médicas se encuentran buscando diversos tratamientos para combatir la E.B, ya que con las únicas herramientas que se cuenta hoy día es con terapia genética.
Se identificaron hasta veinte subtipos de E.B, los que tienen síntomas que les caracterizan, pero dependiendo del lugar en donde aparecen las ampollas se distinguen tres tipos principales de la enfermedad:
Simplex: sucede en la epidermis, las ampollas se cicatrizan y no pierden tejido, en general los enfermos mejoran con el tiempo.
Juntural: las ampollas aparecen entre la epidermis y la dermis, dentro de este grupo hay subtipos que pueden mejorar con el tiempo y otros que conducen a la muerte.
Distrófica: las ampollas aparecen en la dermis, las heridas causan retracciones en las articulaciones lo que afecta el movimiento de los enfermos, también aparecen en toda zona de mucosa.